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Película tras película, esta fascinante actriz británica sigue afinando su extraordinario talento.
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A estas altura, no debería caber duda alguna: Naomi Watts es una de las mejores intérpretes de la actualidad. En múltiples oportunidades, ella ha demostrado su versatilidad y capacidad de compenetración psicológica, manteniendo un promedio envidiable a lo largo de su carrera. En “Lo imposible”, impactante aventura de supervivencia basada en hechos verídicos, Watts ratifica su estatura artística y su inclinación por los papeles dramáticos.
Aunque nació en Shoreham (Kent, Inglaterra) el 28 de setiembre de 1968, Naomi Ellen Watts creció en Australia, donde estudió actuación y consiguió sus primeros trabajos en cine y televisión. Su gran oportunidad llegó en el año 2001, cuando fue elegida para estelarizar “Mulholland Drive”, enigmática intriga del director David Lynch.
Desde entonces, la crítica empezó a tomarla en seria consideración, mientras que el público masivo la notó sobre todo en el hito de terror “El aro” (The Ring, 2002), refrito de una exitosa producción japonesa; y su secuela “El aro 2” (2005). “21 gramos” (2003), intensa tragedia dirigida por Alejandro González Iñárritu, significó su consagración oficial en la industria de Hollywood, pues le valió una merecida nominación al Oscar como mejor actriz principal.
Otros títulos imprescindibles en su filmografía, incluyen la monumental versión de “King Kong” (2005) que rodó Peter Jackson; el thriller de David Cronenberg “Promesas peligrosas” (2007); y el drama histórico “J. Edgar” (2012), bajo la dirección del maestro Clint Eastwood.
Película tras película, esta fascinante actriz británica sigue afinando su extraordinario talento. Después de “Lo imposible”, Naomi Watts tiene seis proyectos pendientes. Entre ellos, destacan dos retos importantes: filmes biográficos donde encarnará a un par de íconos populares como la Princesa Diana y la legendaria diva Marilyn Monroe.
