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Coinciden en cartelera dos películas con esta súper modelo ucraniana convertida en actriz.
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El ascenso de Olga Kurylenko al estrellato, es digno de un cuento de hadas. De orígenes humildes, nació el 14 de noviembre de 1979 en Berdyansk (Ucrania), que entonces formaba parte de la Unión Soviética. Hija de una maestra de arte divorciada, tuvo una infancia difícil, marcada por la pobreza. A los 13 años, durante un paseo familiar a Moscú, fue descubierta por un buscador de talentos, quien le ofreció incursionar en la carrera del modelaje. Con el consentimiento de su madre, ella aceptó… y en pocos años, como en una fábula, su vida se transformó en un sueño hecho realidad.
A los 16 años de edad, Kurylenko había dejado su país natal y residía en París. En el decenio siguiente, fue la sensación de las pasarelas internacionales y su rostro apareció en las portadas de prestigiosas revistas de modas como Vogue, Elle y Marie Claire. Finalmente, la súper modelo abandonó su exitosa carrera para dedicarse a la actuación.
Debutó como protagonista en «L’annulaire» (2005), para luego compartir la pantalla con Elijah Wood en un segmento del filme antológico «París, te amo» (2006). Con su presencia despampanante, se abrió camino hacia Hollywood: apareció al lado de Timothy Olyphant en «Hitman, agente 47» (2007); y en los brazos de Daniel Craig en «007: Quantum of Solace» (2008).
Ya convertida en «chica Bond», Olga Kurylenko siguió creciendo en popularidad. Prueba de ello, es que coinciden en cartelera dos películas suyas: el thriller de ciencia ficción «Oblivion», donde comparte cartel con Tom Cruise; y la producción británica «Siete psicópatas y un perro». Como si fuera poco, pronto la veremos en la nueva entrega del maestro Terrence Malick, «To the Wonder».
