Linda Hamilton y Arnold Schwarzenegger están de regreso con ‘Terminator: Destino Oculto’

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Por primera vez en 28 años, Terminator: Destino Oculto reúne al realizador ganador del Oscar® James Cameron con las estrellas originales de la franquicia Linda Hamilton y Arnold Schwarzenegger, en una nueva y emocionante aventura de acción que empieza a partir de donde Terminator 2: Judgment Day terminó. Más de dos décadas han pasado desde que Sarah Connor previno el Día del Juicio Final, cambió el futuro y reescribió el destino de la raza humana. Dani Ramos (Natalia Reyes) vive de manera sencilla en la Ciudad de México, con su hermano (Diego Boneta) y su padre, cuando un muy avanzado y mortal Terminator nuevo —el Rev-9 (Gabriel Luna)— viaja a través del tiempo para cazarla y matarla. La supervivencia de Dani dependerá en que sume fuerzas con dos guerreras: Grace (Mackenzie Davis), una renovada súper soldado del futuro, y una aguerrida Sarah Connor (Linda Hamilton). Conforme el Rev-9 destruye de manera despiadada todo y a quien se cruce en su camino para cazar a Dani, las tres son guiadas hasta un T-800 (Arnold Schwarzenegger) del pasado de Sarah, que podría ser su mejor y última esperanza.  

Terminator: Destino Oculto es dirigida por Tim Miller (Deadpool) a partir de un guion escrito por David Goyer (The Dark Knight, Batman Begins) & Justin Rhodes (Contract Killers, RoboCop Returns), y Billy Ray (Captain Phillips, The Hunger Games), con una historia de James Cameron (The Terminator, Avatar) & Charles Eglee (The Shield, The Walking Dead) & Josh Friedman (“Emerald City”,“Terminator: The Sarah Connor Chronicles”) & David Goyer & Justin Rhodes.

Terminator: Destino Oculto es protagonizada por Linda Hamilton (The Terminator, Terminator 2: Judgment Day, “Beauty and the Beast”), Arnold Schwarzenegger (The Terminator, Terminator 2: Judgment Day, Predator), Mackenzie Davis (Blade Runner 2049, “Black Mirror”), Natalia Reyes (“Lady, La Vendedora de Rosas”, “Cumbia Ninja”) y Gabriel Luna (“Agents of S.H.I.E.L.D.”, Bernie). El director de fotografía es Ken Seng (Deadpool, Project X). La diseñadora de producción es Sonja Klaus (Prometheus, Robin Hood). La película es editada por Julian Clarke (Deadpool, District 9). El director de segunda unidad y coordinador de acrobacias es Philip J. Silvera (Deadpool, Daredevil). El supervisor de efectos especiales es Neil Corbould (Gravity, Rogue One: A Star Wars Story) y el supervisor de efectos visuales es Eric Barba (The Curious Case of Benjamin Button, Oblivion). La diseñadora de vestuario es Ngila Dickson (la trilogía de The Lord of the Rings, The Last Samurai).

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Paramount Pictures y Skydance y Twentieth Century Fox presentan en asociación con Tencent Pictures y TSG Entertainment, una producción Lightstorm Entertainment/Skydance, Terminator: Destino Oculto. Los productores son James Cameron y David Ellison. Los productores ejecutivos son Dana Goldberg, Don Granger, Edward Cheng, Tim Miller, John J. Kelly, Bonnie Curtis y Julie Lynn.

ACERCA DE LA PRODUCCIÓN

En 1984, los realizadores James Cameron y Gale Anne Hurd no tenían idea que estaban desatando un fenómeno mundial con The Terminator, una película original de ciencia ficción y acción, de presupuesto modesto, acerca de un ciborg de un futuro apocalíptico que viajaba al presente para asegurar la exterminación de la raza humana. La película, oscura y cruda, escrita de manera inteligente y muy entretenida, se movía a un ritmo frenético y presentaba una heroína de acción, que era muy inusual para la época.

La historia seguía a una mesera joven, Sarah Connor, quien está siento cazada por un Terminator modelo T-800 enviado del futuro para cumplir la misión de matarla a ella y a su hijo no nacido, el futuro líder de la resistencia humana. El implacable T-800 fue enviado por Skynet, un sistema de inteligencia artificial del futuro creado por Cyberdyne, que fue establecido para destruir a la raza humana. Kyle Reese también fue enviado de regreso en el tiempo, pero su misión era proteger a Sarah a cualquier costo, y ayudar a salvar a la humanidad.

Gracias a un aplastante boca a boca y a reseñas increíbles de los críticos más prominentes del país, The Terminator lanzó al estrellato de Hollywood a los actores principales Arnold Schwarzenegger y Linda Hamilton, y estableció a Cameron como el director de confianza dentro de la industria para hacer entretenimiento de grandes ingresos en taquilla.

Cameron y Hurd, quienes se foguearon en New World Pictures, la meca de películas de bajo presupuesto de Roger Corman, mantuvieron los costos abajo con efectos especiales creativos, y le sacaron todo el provecho posible al carisma combinado de Hamilton y Schwarzenegger. Stan Winston, diseñador pionero en el maquillaje de efectos especiales, creó la apariencia del ciborg de Schwarzenegger, al usar las propias pinturas de Cameron como inspiración.

El éxito del filme dio pie a una secuela en 1991, Terminator 2: Judgment Day (o T-2), que estableció un nuevo estándar para las películas de acción. T-2 presentó un Terminator más avanzado —y más letal—, el T-1000, interpretado por Robert Patrick, y agregó a Edward Furlong como el hijo de Sarah, John Connor, líder futuro de la resistencia. La película tuvo un costo de producción sin precedentes de $94 millones de dólares —aproximadamente 15 veces los $6.4 millones que costó hacer The Terminator— e hizo un uso extenso de innovadoras imágenes generadas por computadora para darle vida a los dos Terminators de una manera realista y aterradora. Recibió varios reconocimientos, incluyendo Premios de la Academia® a Mejor Edición de Sonido, Mejor Mezcla de Sonido, Mejor Maquillaje y Mejores Efectos Visuales, y se convirtió en la película más taquillera del año, al haber recabado $518 millones de dólares en todo el mundo.   

Aunque tres películas más con el tema del Terminator y una serie de televisión fueron producidas, T-2 marcó el fin de la participación de Cameron y Hamilton —hasta Terminator: Destino Oculto, que continúa la historia de Judgment Day en el presente. 

“Con Destino Oculto queríamos, encima de todo, crear un regreso a la forma. Terminator 1 y 2 tienen un lugar muy especial en la historia del cine, y queríamos que Destino Oculto fuera la continuación de la visión que Jim tenía de la franquicia”, explica el productor David Ellison. “Sólo había una manera de hacerlo —y esa era si James Cameron regresaba a la franquicia”.

Cameron describe Terminator: Destino Oculto como una secuela directa de Terminator 2, una que recaptura el tono fascinante de la Terminator original y su secuela. “Tiene la misma intensidad, la misma sensación de no andarse con rodeos y de un terror abyecto”, comenta. “Supuestamente, la primera película tenía que espantarte hasta la médula ante la posibilidad de un futuro sombrío, pero también ver la supervivencia de una chica por la que terminamos por preocupamos. Esta película, al igual que las otras, lidia con la amenaza de una colisión humana contra una súper inteligencia artificial, que hoy es mucho menos ciencia ficción de lo que era en 1984 o 1991”.

Un Terminator del Siglo XXI

Cameron eligió personalmente a Tim Miller —cuyos créditos incluyen el exitazo taquillero mundial Deadpool; una de las películas para adultos más taquilleras de todos los tiempos— para dirigir Terminator: Destino Oculto. Ellison estaba totalmente de acuerdo con la selección de Miller, ya que también era aficionado suyo después de haber visto un primer corte de Deadpool. “Me pareció brillante la acción y el mundo que creó con ese filme. Tim fue capaz de hacer una película que reinventó no sólo el género de superhéroes, pero también el género de acción para adultos, que es justo el tipo de realizador que necesitábamos para Terminator: Destino Oculto”, comenta.

Un autoproclamado “nerd de la ciencia ficción”, Miller, junto con Cameron y Ellison, comenzaron a conformar una sala de escritores con las principales mentes de la ciencia ficción y fantasía que trabajan en la actualidad, incluyendo David S. Goyer (Batman Begins, The Dark Knight), Neal Stephenson (Seveneves, Cryptonomicon), Joe Abercrombie (The Blade Itself, Best Served Cold), Greg Bear (Darwin’s Radio, Anvil of Stars), Neal Asher (Prador Moon, Gridlinked), Josh Friedman (Avatar 2, War of the Worlds) y Warren Ellis (Iron Man 3, Gun Machine), con el objeto de hacer una lluvia de ideas para buscar posibles vueltas de tuerca en la historia.

“Todos nos reunimos en un cuarto con Jim y el productor David Ellison para hablar de un montón de supuestos”, explica Miller. “Consideramos cosas como si debería de llevarse a cabo en el presente, pasado o futuro. ¿Se debería de enfocar en Sarah o en John? Todos sentimos de manera intensa que la película tenía que ser de alguna manera la entrega de la estafeta a los personajes nuevos, pero queríamos continuar con la estructura de la ‘trinidad’, que consiste en los cazadores, los protectores y la presa”.

El principio rector de Miller a lo largo de todo el desarrollo y producción fue serle fiel a las premisas fundamentales de la “marca” de Terminator, pero también aportar su singular sensibilidad a la película. “Nunca pensé, ‘Voy a hacer la película justo como la haría Jim Cameron’”, comenta. “Pero sabía, de ver sus filmes, que el secreto para hacer una gran película de Terminator, es personaje, personaje, y más personaje. Jim es particularmente bueno en detalles que te hacen sentir que estás viendo a gente real pasando por eventos extraordinarios”.

Otro aspecto importante del método de Cameron que Miller incorporó en Terminator: Destino Oculto es el ritmo. “Jim construye periodos más lentos por adelantado, que te permiten conocer a los personajes, y después, una vez que la acción arranca, ya no se detiene”, explica el director. “Eso lo hace mejor que nadie”.

El que Cameron se haya involucrado desde el principio fue esencial para el proceso, comenta Miller, por su interés constante en la tecnología y en los personajes que creó tantos años atrás. “Conoce el material mejor que nadie y ha estado pensando en él durante muchos años. Incluso a pesar de que nunca planeó hacer esta película, sus pensamientos acerca de la inteligencia artificial nunca dejaron de evolucionar, y nunca perdió su conexión con la historia”.

Así que casi tres décadas después, ¿qué fue lo que trajo de regreso a Cameron a la mesa de trabajo para hacer otro capítulo de la querida épica de ciencia ficción? “A lo largo de los años, he seguido consultando a gente que trabaja a la vanguardia del mundo de la inteligencia artificial”, comenta el realizador. “Todos creen que habrá una inteligencia artificial igual o mayor a la mente humana. También dicen que no se va a convertir en Skynet, pero, ¿cómo lo sabemos?”.

            Cameron comenta que el debate le recuerda al entusiasmo que los científicos nucleares tenían en la década de los ‘30 y ‘40 con respecto a la idea de proveer de energía al mundo al separar el átomo. “No había preocupación alguna con respecto a la idea de que podía ser convertida en un arma”, comenta. “Pero la primera manifestación de energía nuclear en nuestro planeta trajo consigo la destrucción de dos ciudades y cientos de miles de personas. Así que, ahora, no aplica la idea de que eso no pueda volver a suceder”.

            Miller adopta una perspectiva más optimista, al parafrasear una máxima de Arthur C. Clarke: “El futuro no sólo es más extraño de lo que imaginas, es más extraño de lo que pudieras imaginar”, y agrega, “No creo que la agenda de la inteligencia artificial será matarnos. No sabemos en qué se va a convertir —pero será capaz de evolucionar más en un día de lo que lo hemos hecho nosotros en millones de años. Al momento, elijo creer que serán mejores que nosotros”.