Basada en el cuento «Memorias de un wing derecho», del humorista gráfico y escritor argentino Roberto Fontanarrosa, «Metegol» o «Futbolín» es una coproducción argentino-española animada en 3D.
Se trata de la primera película hecha en Latinoamérica, bajo los estándares de calidad utilizados en los estudios cinematográficos más importantes de la industria de animación. Ésta era una gran ambición, que les generó un efecto “bola de nieve” tanto en detalles imprevistos como en la triplicación del presupuesto inicial.
Como es sabido que la percepción ante la película puede cambiar según dónde, cómo y con quién la veas, me di a la tarea de evaluarla en dos ambientes diferentes. En ambos, la experiencia fue completamente distinta, pero enriquecedora tanto a nivel empático como técnico. La primera sala estaba cargada de niños, elemento que impregnó la experiencia de mayor emoción y humor ante las diferentes reacciones contagiosas del público infantil; la segunda sala -contrario a la primera- tenía un excelente sonido, un punto importante ya que según los realizadores esto fue una cuestión compleja que resolver además del detalladísimo foley o efectos de sonido que usaron, dignos de ser percibidos con mucha atención.
La historia está bien hilvanada en creciente emoción bajo el tema del fútbol; la mejor parte es su final lleno de tensión. Está cargada de un conjunto de ingredientes conocidos por su buena mezcla en las recetas del género animado para niños, como lo son: la aventura, el amor, los valores morales, la moraleja y el factor humorístico constante. Sin embargo, el enfoque de argumento y humor la hacen inclusiva del público adulto, para un entretenimiento por igual.
Visualmente genera un deleite en sus detalles muy cuidados y bien logrados. Se puede observar en la obsesiva reproducción de texturas de telas, los brillos, las imperfecciones naturales de los distintos materiales, los imponentes escenarios, la impecable iluminación y fotografía, emocionante narrativa visual, excelente actuación y el movimiento de los personajes.
Se podría decir que «Metegol» marca un antes y un después en lo que a cine de animación latinoamericano respecta, llegando a estándares de la más alta calidad y superando expectativas. Además, demuestra que la región posee un gran talento; hay mucho que aportar a la industria y al entretenimiento. Sin compararnos con superpotencias animadas, vamos abriendo camino, nuestro propio camino.
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Irene Arce Marín
Directora Carrera de Animación
Universidad Creativa
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